Hoy vamos a dejar de hablar de entrenamientos, kilómetros, ritmos o pulsaciones. Hoy me gustaría hablar del trasfondo de todo eso, de la pasión con la que realizamos todo lo demás.
Creo, sin ningún lugar a dudas, que sin el deporte no sería la persona que soy, sin esa pasión de la que he hablado antes. Por ello me siento extremadamente orgulloso de la vida que he llevado, de lo que he conseguido (no sólo en el plano deportivo) y de lo que soy en la actualidad. Todo gracias a la pasión, motor de vida.
Por todas estas razones sigo entrenando, saliendo todos los días a la calle, a las montañas o al asfalto; por que para mí, ser feliz es dejar que el instinto siga guiando mis pasos, como diría Kilian Jornet.
P.D: Me voy a correr para celebrar este gran día.
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ResponderEliminar¿Y si no pudieras hacer deporte? ¿De qué depende ser feliz?
ResponderEliminarSer feliz depende simplemente de una cosa: vivir de la manera que deseas. O así es como lo veo yo.
ResponderEliminarY si, el término felicidad es demasiado subjetivo.
Genial post. Ojalá que esa pasión y esa forma de ver los motivos por los que practicas deporte no se extinga jamás en tu vida. Y ojalá muchas más personas lo vivieran de la misma forma, tanto profesionales como aficionados. A todos nos iría mejor, y a la sociedad ni te cuento.
ResponderEliminarMuy bueno, sí.
Un saludo